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El día de
partida era el domingo día 3 de Agosto. Quedamos
a eso de las 5 de la mañana. Yo me dormí tarde
y por ello luego tuve que ir deprisa y corriendo
para llegar a tiempo. El trayecto era todo de
autopista y autovía, más agradecida
económicamente hablando. El coche de Carles
funcionaba bien y los kilómetros iban cayendo,
así como alguna cabezadita por parte de los no
conductores.  A todo esto no paraba de
haber risas por comentarios que se iban haciendo,
y por cosas que veíamos, como por ejemplo la
gran cantidad de magrebíes que bajaban a su
tierra y cómo iban de cargados. Era un
espectáculo. Llevábamos rato conduciendo y
teníamos hambre cuando decidimos parar en Elche-Elx.
Compramos una Coca Cola grande en un bar y nos
fuimos a comer el bocadillo a una placilla que
había por allí. Santa Coloma 2. Para el que sea
de allí que no se lo tome a mal, pero era el
mismo tipo de gente. Terminamos bastante rápido de
comernos el bocata y reemprendimos la marcha
hacia Granada.  Allí paramos a comer en un
bareto que hay muy cerca de la entrada de la Alhambra.
Comimos lo que trajimos nosotros, más las tapas
que nos ponía la camarera. Al lado se pusieron
dos tipos sudamericanos, pero no con pinta de
indios, sino descendientes de españoles. ¡Qué
harto desagradable! ¡Cómo trataban a la
camarera, con qué desprecio! Y encima uno de
ellos se dejó todo el plato enterito. Yo alucino
con la gente así: si no te lo vas a comer no lo
pidas, alguien lo aprovechará. Qué imagen más
patética.
A eso de las
cuatro de la tarde reemprendimos la marcha hacia Algeciras,
y allí llegamos a eso de las siete. Es un lugar
que no nos gustó para nada, ni a nosotros ni a
otra gente que vimos en nuestro viaje. Resulta
harto desagradable la cantidad de
"yonquis" que había. A mi
particularmente no me hacen ni pizca de gracia.
Pero que te hagan señas para que aparques el
coche en "su" plaza para que luego
"colabores con su causa", es bastante
chocante. Teníamos ganas de largarnos de allí
en cuanto pudiéramos. Pero antes teníamos que
buscar sitio para dejar el coche. Y en la calle
teníamos claro que no podía ser. Los
aparcamientos que encontramos realmente eran
caros: 1.700 pts por día, lo que nos suponía
cerca de 20.000 pts en el aparcamiento del coche.
Todo un sablazo.
 Decidimos
ir al camping y allí pensarlo. Y pusimos rumbo
al primer camping de la zona: el Bahía.
El Bahía es un camping sencillo, pero apañado.
Está entre la carretera y la playa, y separado
de esta por un muro con puerta que da acceso a la
playa. En el camping no hay muchos árboles, pero
han colocado toldos que hacen sombra, con lo que
resulta agradable. Las duchas están más o menos
bien. Hablando con la dueña nos dijo que el
coche se podía quedar en el camping los días
que fueran, que había más coches en esa misma
situación, y que pagábamos 425 pts más un 7%
de IVA. Ni nos lo pensamos, nos ahorrábamos unas
15.000 pts. Estaba claro.
 Nos
dimos un bañito en el mar, con el Peñón
de Gibraltar al fondo y el puerto de Algeciras
a nuestra derecha. Nos salimos pronto y nos
fuimos a la ducha. Después de un rato de
cháchara y de cenar con vino nos metimos en la
pequeña tienda que teníamos. Realmente
resultaba un poco pequeña para cuatro personas
en verano, donde necesitas más espacio por el
calor. En invierno es bastante agradecida. La
noche fue tranquila.
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