JoseLuis

Welwitchia mirabilis

Sacando el coche de la arena Sacando el coche de la arena
Habitación mirando al mar Habitación mirando al mar
Moon Landscape Moon Landscape
Welwitchia mirabilis Welwitchia mirabilis

Hoy íbamos a ir a Sandwich Harbour, y aunque el día no convidaba a ello, por lo desapacible y porque parecía que de un momento a otro iba a caer un tormentón, decidimos seguir con los planes. Así que nos pusimos en marcha.

La dificultad de Sandwich Harbour es que hay que ir por una pista de arena, con lo cual sólo se puede ir con un 4x4. Nosotros teníamos uno (...esto me suena...) Bueno pues la pista comienza al lado de una salinera, y aunos 500 metros la arena nos hizo parar. Las ruedas delanteras no giraban, a pesar de tener el 4x4 "funcionando". Así que de nuevo pala, cavar, poner alguna piedra y marcha atrás, y lo pudimos sacar sin mucha dificultad... no era la primera vez.

Era la segunda excursión que nos perdíamos, y todo "gracias" al "four by four" como le llaman allí. Menos mal, creíamos, que había otra manera de llegar, aunque más larga, así que nos fuimos por otra pista, un poco más sólida que nos llevaba a la playa y que suponímos llegaba hasta nuestro objetivo. Negativo. No llegaba, más bien se quedaba en la playa, y podías continuar ("at your own risk": por tu cuenta y riesgo) por la arena de la playa. Nosotros ya teníamos suficiente por hoy. Así que foto del fin del mundo y de vuelta a la civilización.

Tampoco era mala idea. De hecho en todo Walvis Bay se pueden observar todo tipo de aves en la laguna, aunque el paisaje es muy diferente. Nos tuvimos que conformar.

También pensábamos ir a ver delfines, pues existen excursiones organizadas que permiten hacer un viejecito con barco para ver estos animalitos, pero el estado de la mar, un poco picada, lo desaconsejaba, así que a adelantar faena para por la tarde: nos vamos a Swakopmund.

Está a sólo 35 km. y mientras Walvis Bay fue de la RSA (República de Sudáfrica: Republic of South Africa), éste fue su homólogo en territorio namibio. Desde la recuperación del puerto de Walvis Bay, Swakopmund es un lugar de vacaciones y de punto de partida para realizar el deporte nacional: la pesca. Veréis con mucha frecuencia coches todoterreno con 5 ó 6 cañas de pescar enormes en la parte frontal o en la parte superior. Les encanta.

Allí en Swakopmund nos dirigimos al B&B (bed and breakfast: cama y desayuno). Y la sorpresa fue grande, pues la habitación que nos habían reservado era, en dos palabras: im- presionante. Una ventana redonda, de 3 metros de diámetro, de cara al mar. ¿Qué? ¿Impresionante, no? Pongo la dirección para quien quiera más información.

Y para superar la impresión nos fuimos a ver dos de las atracciones de la zona: el "Moon Landscape" y las welwitchias. Antes hay que pasar por la oficina de turismo, y allí tedicen donde tienes que ir para conseguir el permiso para ir hasta allí. Si vas en verano (temporada baja) no hay mucha gente, y puedes arriesarte. Cuando la temporada es alta, es mejor tener el papelito... El Moon Landscape es un paisaje completamente distinto del que estás acostumbrado en aquellos parajes: es como su nombre indica, un paisaje lunar. No hay nada más que eso, paisaje, pero merece la pena hacer unos kilómetros para verlo. Y el siguiente punto del recorrido es la llanura de las welwitchias. Estas son unas plantas curiosas cuando menos. Lo primero por vivir en un desierto, y segundo por su longevidad y tamaño, hay ejemplares que superan fácilmente los 1000 años. Aunque estas plantas se pueden encontrar por toda Namibia, es aquí donde son más grandes. De hecho hay ejemplares cuyas hojas, alargadas, llegan a medir cerca de 20 metros, y eso en una planta del desierto. Según leimos la planta recoge la humedad de las nieblas que se producen en la zona, y de ese agua extrae los elementos necesarios para sobrevivir. Hay dos tipos diferentes de plantas según sean macho o hembra. Bellas no son, pero como mínimo son interesantes de ver. Hay muchas por lo que no hace falta que hagáis muchos kilómetros para verlas.

Por la tarde regresamos a Swakopmund, a ver el pueblo, que no es muy grande, pero si bonito, a comer, tarde, en un restaurante en el que nos recomendaron que fuéramos a " Ombili Foundation ", que era algo que merecía la pena.

Más tarde, unos mensajes en el ciber-café de la ciudad, recogida de más información en la oficina de turismo, a comprar la cena y a casita.

Mañana será otro día...