Día 5Miércoles, 1 de Julio de 1998Linyola-Alfarràs

Tormenta en Algerri

Caminando por la mañanaOtro día de madrugar, de levantarnos a las cinco para a las seis estar en marcha y así aprovechar la fresca. Parece mentira, en vacaciones y levantarse a unas horas en que seguro que todavía no han puesto las calles. Os juro que ya están puestas. Y se camina mejor. Hoy pasaremos por Balaguer.

Por las reseñas que llevábamos había unos doce kilómetros hasta Balaguer, o sea, que calculamos en llegar allí para la hora de almorzar, a eso de las diez o las once de la mañana. Nuestras previsiones se cumplieron.

Llegamos allí y lo primero que había que hacer era comprar el almuerzo. Anita comprando el almuerzo en BalaguerUnos apostaban por la fruta, otros preferían algo más sólido. Ya éramos mayorcitos y cada cuál sabía perfectamente lo que mejor le convenía, así que como ciudadanos del mundo nos sentamos en el saloncito, ¿qué os parece la plaza porticada de Balaguer? ¿Bonito,eh?

Próximo objetivo Castelló de Farfanya, pero antes cayeron unas gotitas nada más salir, algo que contribuyó a asentar un poco el polvo del Camino. Quedaban un par de horas hasta Algerri desde Castelló. A mi me parecía que la etapa iba a ser corta, y las que venía también, con lo que se me ocurrió la graciosa idea de adelantar faena, es decir, andar unos kilómetros más ese día. Me lo fui callando.

Cuando íbamos hacia Algerri me dio por empezar a andar más rápido, bastante más rápido de lo normal, y Raúl y Anita me seguían de cerca. Hubo un momento en que íbamos tan rápido que parecía que corríamos en vez de andar, así que después de un buen rato decidí parar, pues ya estábamos a punto de llegar a Algerri. Y fue durante la comida, en que se puso a llover a cántaros, un momento produjo un hecho curioso: yo había comenzado a andar deprisa, y se me echó en cara ese hecho. Yo no obligué a nadie, ni dije nada, simplemente anduve más rápido y los demás me siguieron, ¡y me lo echaban en cara! Después de meditarlo mucho llegamos a una conclusión: si alguien se tira a un pozo, ¿tu te tirarías? Se supone que no, esto quiere decir que cada uno en su vida, y más cuando es mayor, ejerce su libertad de escoger. Pero si escoges libremente has de asumir responsabilidades, las que vienen por tu elección. No tenía ningún sentido que se quejaran de lo rápido que iba yo si ellos habían elegido seguirme sin que yo se lo pidiera. Nos hizo pensar durante un buen rato.

Peregrinos bajo la lluviaAl final me salí con la mía y llegamos a Alfarrás. También es cierto que nos cayó una buena tormenta por la tarde, y que llegamos mojaditos al hostal. Pasamos la tarde dando una vuelta por el pueblo, por la farmacia, visitando al cura que nos selló, y cenando un poco. Pronto a dormir,

Día 4Día 6