JoseLuis
02/Agosto/2001 - 09/Agosto/2001

Malta es una pequeña isla en medio del Mar Mediterráneo entre las costas de Sicilia y Túnez. Es un destino barato y cercano para los europeos, sobre todo italianos e ingleses, y también para la gente magrebí que se lo puede permitir.

Malta es un país soberano desde el año 1964, en que consiguió la independencia de la Gran Bretaña. Creo que desde ese momento poco dinero ha entrado en el país, y eso se puede comprobar en el estado de las carreteras, de los hoteles y de los grandes edificios en general.

Las lenguas que se hablan son el maltés, que es como el árabe, pero escrito en letras occidentales, y el inglés, por el hecho de haber sido colonia inglesa.

El clima es mediterráneo, es decir, caluroso, aunque atemperado por el mar. Por el día, en Agosto, se sobrepasaban fácilmente los 35ºC, y por la noche se podía más o menos dormir con el ventilador. El aire acondicinado no es algo que abunde allá.

Del viaje no esperábamos mucho, pues este año habíamos recorrido otros destinos, así que era más un viaje de salir de España y ver algo nuevo, gastándonos poco dinero.

Gracias a Internet, contactamos con la agencia de viajes, y nos enviaron los billetes y la documentación, tarde, y después de un millón de llamadas, pero llegaron. eDreams para quien quiera saberlo.

El viaje se hace directo desde BCN, punto muy a favor, y en un par de horitas están aterrizando en el Aeropuerto de Luqa. Inmigración, y un poco de lío con el coche, pues no tenía aire acondicionado, cosa que pensábamos nosotros inaudita con el calor que hacía, pero qué va, las cosas son así.

Se conduce por la izquierda, pero te acostumbras en seguida. Ahora, a lo que no acabas de acostumbrarte es al estado de las carreteras. Una curiosidad: las ruedas de los coches chirrían todas al pasar por las rotondas. Al principio, pensábamos que era nuestro coche, pero no, todos los coches hacían de "Starsky y Hutch" en las rotondas, como si derrapasen. Creo que era debido al tipo de asfalto. Por cierto, la gente de allí la gusta correr, y eso que el límite máximo de velocidad está en 64 km/h! y no es de extrañar, pues la isla no tiene más de 30 km de largo, vamos que como te descuides, te sales...

Que ver en Malta

Sinceramente, el turista tiene poquitas cosas que ver, y en poco tiempo las puede tener listas. Hay que visitar la capital, La Valetta, y el fuerte Sant Elmo. Merece la pena dar una vuelta por la ciudad e imaginarse cómo fue durante la época de esplendor.

Otro punto de interés es la antigua capital, Mdina, que está bastante bien conservada, y desde la que hay una magnífica vista de la isla, aunque en menos de una hora la tienes lista.

Un pueblo típico de pescadores es Marsaxlokk, en el que no hay mucho que ver excepto el mar y los barcos de los pescadores, que son curiosos y muy típicos. Merece la pena darse una vuelta por allí.

Las playas mejor dejarlas de lado, pues con las que tenemos en España, no se pueden comparar: están sucias y llenas de algas. La verdad, no merece ir a Malta sólo para bañarse, con una excepción, una especie de laguna marina que hay en la isla de Comino, y que tenía un agua clarita y muy apetecible. El resto...

Hay atracciones turísticas como la cueva de Calipso, que es una grutilla en lo alto de una montaña en la isla de Gozo, que hay que ir a verla, porque algo hay que hacer. Alguna atracción turística como pueden ser varias construcciones "megalíticas".

Comer en Malta

Comer no es barato. Quizá para los ingleses y alemanes sí, pero para los sufridos bolsillos españoles, creo que no. El pescado, que es lo mejor de por allá, está a precios prohibitivos.

Resumen

Para aquel que se lo pueda permitir, merece la pena recorrer Malta fuera de temporada, sin calor y sin agobios, tranquilamente. Quizá entonces se pueda disfrutar. En verano: abstenerse.